
Nuevas guías incentivan ahorros en sector público
Ciudad, 17 de junio de 2021. La Secretaría Nacional de Energía adoptó recientemente las Guías de Eficiencia Energética para el sector público, al registrar el sector público un consumo de casi el 12%, del total del país, si se suman los consumos de las distintas áreas de gobierno y el alumbrado público; con lo cual el potencial de ahorro de energía en este sector es significativo, explica el documento.
De acuerdo con la Resolución número MIPRE-2021-0017117, publicada en Gaceta Oficial del 14 de mayo, “que adopta las Guías de Eficiencia Energética para el sector público de la República de Panamá”, esta decisión “apoyará el desempeño de las funciones establecidas para los administradores energéticos y los miembros de los Comités de Energía, específicamente en la formulación del Plan de Gestión de la Eficiencia Energética y su actualización”.
De igual modo se informa que las condiciones de la resolución, en particular lo referido a los indicadores de desempeño energético, “regirán hasta tanto entre en vigencia la metodología establecida por el Comité Gestor de Índices para la Eficiencia Energética”.
En la Guía número 1 se explica que “la República de Panamá se encuentra en una transición energética hacia una economía baja en carbono. La lucha contra el cambio climático, la disponibilidad de recursos para financiar proyectos de energías renovables, los nuevos desarrollos tecnológicos y la volatilidad e incertidumbre de los precios del petróleo, son solo algunos de los factores que impulsan esta transformación, que ya está en marcha y para la cual el país se está preparando”.
En Panamá, el consumo de energía eléctrica lo lidera el sector comercial, seguido de residencial y gobierno.
En el documento se argumenta que “el rol de los programas de eficiencia energética en el sector público tiene un doble efecto, por un lado, el ahorro de costos asociados que impactará positivamente en el gasto público y la contribución a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por el consumo de energía, y, por otro lado, el efecto ejemplificador que esto genera hacia la población en general”.
De manera específica se argumenta que existen tres medidas para mejorar este desempeño energético:
- “Las vinculadas con la operación o el uso de las instalaciones, que suelen tener un fuerte componente de hábitos por parte de los usuarios finales.
- Aquellas referidas al mantenimiento del equipamiento de consumo de energía.
- Las de eficiencia energética relacionadas directamente con la tecnología de los equipos en cuestión”.
Cabe señalar que estas Guías de Eficiencia Energética, que incluyen recomendaciones para distintos ámbitos, desde oficinas, centros hospitalarios, espacios docentes e instalaciones deportivas, se han desarrollado con el apoyo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y con el financiamiento de la Agencia de Cooperación Austríaca para el Desarrollo (ADA), como parte del Programa para América Latina y el Caribe de Eficiencia Energética, “que tiene el objetivo de consolidar el desarrollo de la eficiencia energética en los países miembros de OLADE mediante el fortalecimiento del marco institucional de eficiencia energética, el desarrollo de capacidades técnicas y de gobernanza y el reforzamiento de las iniciativas de eficiencia energética ya vigentes”.