
LA SNE presenta el informe “Sector Energético en Panamá: recomendación de adaptación al cambio Climático”
Panamá, 26 de junio de 2024. Como parte del compromiso de Panamá con la Agenda de Transición Energética (ATE), a través de la Secretaría Nacional de Energía, dirigida por la Ingeniera Rosilena Lindo Riggs, se presentó el informe “Sector Energético en Panamá: recomendación de adaptación al cambio Climático”.
El informe, llevado a cabo con el apoyo de la Agencia Internacional de Energía Renovable – IRENA, identifica medidas claves para ayudar a mitigar posibles daños a la infraestructura energética de Panamá y aumentar su resiliencia. Las medidas se identifican en base a una evaluación del riesgo climático, así como de las implicaciones de largo plazo.
Se describen hallazgos relevantes relacionados con los riesgos asociados a eventos climáticos: Sequías extremas, Riesgo de inundación, Temperaturas extremas.
De igual forma, se evaluó la infraestructura energética instalada en Panamá y su nivel de vulnerabilidad, y el impacto que el cambio climático puede tener en la generación de electricidad, plantas de generación basadas en tecnología térmica, hidroeléctrica, solar y eólica, así como la infraestructura de transmisión e infraestructura de almacenamiento y cadena de distribución de energéticos líquidos y gaseosos.
El Análisis evaluó la infraestructura prevista para transmisión de electricidad para los próximos diez años (ETESA, 2022), junto con puertos terminales de combustible y caminos de acceso a las principales centrales de generación de energía.
Los impactos producto del cambio climático son evidentes, y es uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI refleja el informe. Panamá es un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Los cambios registrados en la temperatura global se encuentran en valores promedios de hasta 1.5°C, considerando regiones en donde el incremento puede ser mayor o menor.
De acuerdo a la Ingeniera Lindo, el sector energético debe identificar, evaluar, y medir la vulnerabilidad frente al cambio climático; debe calcular los recursos financieros necesarios para abordar la adaptación a este reto, para que este desafío global no se convierta en una barrera al desarrollo sostenible, si no en una herramienta de fomento a la inversión nacional y extranjera, con certeza y confianza, para que las personas convivan en una sociedad socialmente inclusiva, innovadora y favorable para el crecimiento del país.
El informe indica que Panamá tiene la oportunidad y seguirá fortaleciendo los marcos normativos y regulatorios que se crearon para reducir las emisiones de los sectores de la energía y el transporte. La descarbonización de estos sectores es fundamental para cumplir los compromisos asumidos por el país frente al cambio climático.
Asimismo, el informe recomienda respaldar las reformas políticas orientadas a la electrificación rural por medio de las energías renovables y la conectividad digital que beneficiará a las mujeres y a los territorios indígenas.
Además, recomienda a Panamá a seguir desarrollando sus capacidades para gestionar sus recursos naturales de manera sostenible y planificar frente al cambio climático. Esto incluye el apoyo a instrumentos que contribuyan a mejorar la planificación y la gobernanza climática, como lo es Sistema Nacional de Adaptación al Cambio Climático y los Escenarios de Cambio Climático, que funcionarán como base para la planificación de las inversiones públicas y privadas de cara al futuro.
El informe también, revela que la infraestructura energética de Panamá tiene un importante potencial de mejora para abordar los desafíos de cambio climático y garantizar un suministro energético sostenible y resiliente. Además, recomienda aumentar la capacidad de almacenamiento de agua en plantas hidroeléctricas, construir represas y defensas, reubicar la infraestructura en zonas de menor riesgo y adoptar medidas más eficientes y resilientes al clima.
La mitigación del cambio climático en Panamá requiere políticas nacionales y estrategias sólidas de implementación que coadyuven los esfuerzos paralelos del sector público, privado y sociedad civil para la reducción de las emisiones de GEI y el aumento de los sumideros o depósitos naturales de carbono.
Ejes para la transformación
Desde la SNE se reitera que la acción climática se orientará primordialmente a establecer metas y designar recursos para atender aspectos como infraestructura de movilidad y conectividad (Estrategia de Movilidad Eléctrica de Panamá y la planificación de la expansión de infraestructuras); en el sector energía, con la implementación ininterrumpida del Plan Estratégico Nacional (PEN) de Panamá 2015-2050 y de la Agenda de Transición Energética de Panamá 2020-2030.
Además, contempla la necesidad de incorporar medidas de adaptación del sector, principalmente ante los escenarios de cambio en los patrones de precipitación que afecten la disponibilidad de recurso hídrico y demás afectaciones de origen climático al sector energético, que requieren de una infraestructura resiliente para todas sus plantas de generación, líneas de transmisión e interconexión.
El informe afirma que es fundamental reconocer, fortalecer y potenciar los ecosistemas saludables para la resiliencia climática; asimismo, la producción agropecuaria sostenible; asentamientos humanos resilientes; implementación de protocolos, estándares y normas técnicas; consumo y producción sostenible.
Finalmente, el informe plantea como necesario promover el intercambio de conocimientos en áreas transversales, como la formación de los grupos de trabajo que optimizarían los recursos, alinearían las estrategias de desarrollo y facilitarían la adopción de soluciones innovadoras para fortalecer el sector energético.